jueves, 4 de octubre de 2012

Parque del lago Castiñeiras y mirador de Cotorredondo

El parque del lago Castiñeiras se ubica en el monte de San Xulián, ocupando parte de los municipios de Vilaboa y Marín (Pontevedra). Posee amplias zonas de ocio y también alberga el Aula de Naturaleza de Cotorredondo, destinado a proporcionar información sobre itinerarios y actividades, así como explicaciones sobre los valores naturales y patrimoniales de la zona.


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En la parte más baja se encuentra el lago, con una buena cantidad de hambrientos patos. El día de mi visita, también había una garza real.




Varios carteles muestran mapas del parque e indican perfectamente el camino a seguir para llegar a distintos lugares de interés como el Aula de la Naturaleza y un recinto con ciervos, gamos y corzos. Existen varias zonas con un gran número de mesas y parrillas para hacer barbacoas. En general es un sitio muy agradable para pasar el día.





La flora es muy variada, alternando especies autóctonas, especialmente castaños, con otras de procedencias muy distintas, como el cedro y, sobre todo, el roble americano. Todo ello en mitad de un océano de eucaliptos que predominan en todas las Rías Baixas.

Subiendo por la pista privada que parte del lago, se puede llegar al Aula de la Naturaleza. El día de mi visita, se encontraba cerrada a cal y canto. Tampoco había ningún cartel con horarios, ni ninguna muestra de actividad. Parece que sólo está disponible para actividades en grupo con cita previa.


El aula incluye un centro de recuperación de fauna silvestre, del que tampoco pude saber nada, pues estaba rodeado de muros y verjas cubiertas de una tela verde (se ve en la foto) que impide ver lo más mínimo. Aunque sí se percibía actividad en su interior, pues se podían escuchar los cantos de algunas aves procedentes de las instalaciones, destacando por encima de todos los de una gaviota.

Siguiendo las indicaciones, en pocos metros se llega al supuesto recinto destinado a representar los diferentes ecosistemas del parque y a la observación de ciervos, corzos y gamos. Lo que me encontré fue un lugar cerrado y en estado de total abandono.


La siguiente foto es una buena muestra de lo que había tras la verja.



Monte arriba, ya fuera de los límites del parque, se puede acceder al mirador de Cotorredondo, situado en el punto más alto, y que promete bonitas panorámicas sobre las rías de Vigo, Pontevedra e incluso Arousa en días claros. Se puede subir en coche o andando, por carretera o campo a través (con mayor pendiente y dificultad). Arriba se encuentra una imponente edificación vertical (bastante aberrante, por otro lado) que, como no, me encontré totalmente cerrada y sin ningún tipo de información. Lo malo es que, sin poder subir a la torreta, no se puede ver gran cosa, pues los árboles lo impiden. Aún así, no me perdí nada, pues en pocos minutos la niebla lo invadió todo.


A pesar de todo, desde la carretera se puede ver la ensenada de San Simón, en la ría de Vigo.


La impresión general que me dejó esta visita fue la de un lugar muy agradable para pasar un día rodeados de naturaleza, así como la de un intento de promocionar este tipo de actividades que no ha tenido continuidad.

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