lunes, 6 de agosto de 2012

Ranas y lagartos del monte de San Pedro

De nuevo en el monte de San Pedro, que da mucho de sí para ser una extensión tan pequeña, no resulta difícil ver a las ranas y lagartos que habitan en la zona. O, para ser sincero, las ranas son mucho más fáciles de escuchar que de ver. Se trata de la rana común (Pelophylax perezi), que habita en la charca del parque, y su canto a veces alcanza un volumen que se puede escuchar a muchos metros de distancia. Este video puede ser una buena muestra de ello.


Si hay gente alrededor, se suelen ocultar entre las piedras o en el mismo fondo de la charca, donde se mimetizan a la perfección gracias a su coloración verde y marrón, con manchas oscuras.




Este tipo de rana abunda en toda la Península Ibérica y el Sur de Francia, territorio del que es una especie endémica. Es de un tamaño mediano a grande, rondando los 8 centímetros. Los machos tienen sacos vocales en las comisuras de la boca con los que emiten esos característicos sonidos. Se alimentan sobre todo de insectos y, en ocasiones, de pequeños peces o anfibios que pueden ser sus propios renacuajos.

En otras zonas del parque, entre las rocas, suele vivir el lagarto ocelado (Timon lepidus), al que podremos ver tomando el sol cuando hace buen tiempo.

La combinación de refugios con espacios abiertos es lo que más le gusta a este reptil característico de la Penísula Ibérica, sur de Francia, noroeste de Italia y noroeste de África. Suele medir entre 15 y 20 cm de longitud, aunque puede alcanzar los 70 cm, y es de color principalmente verde, con franjas de ocelos en el dorso. Su alimentación es específicamente insectívora.



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