miércoles, 29 de agosto de 2012

Desfiladero de Las Xanas

El desfiladero de Las Xanas se puede considerar el hermano pequeño de la más conocida garganta del Cares. Y aunque el relieve no es tan exagerado como en Picos de Europa, se trata de una ruta preciosa en la que se puede disfrutar de paisajes muy diversos. El nombre del desfiladero y del arroyo que le ha ido dando forma a lo largo del tiempo se debe a un popular personaje de la mitología asturiana. Las Xanas son mujeres de extraordinaria belleza y larga cabellera rubia que habita en los bosques junto a las fuentes y los ríos de agua pura y cristalina. Son protagonistas de distintas leyendas populares.


Para emprender la ruta habitual hay que ir hasta el concejo de Santo Adriano. Allí se puede dejar el coche en el aparcamiento del área recreativa de Las Xanas, justo antes (o después) de llegar al pueblo de Villanueva. Desde este punto empezaremos a caminar carretera arriba. Es el tramo menos agradable, pero pronto encontraremos, a mano derecha, el verdadero comienzo de la senda.


El camino no tiene pérdida y su origen está en los años 30, con un proyecto que inicialmente pretendía la construcción de una carretera para comunicar núcleos de población relativamente aislados. Al final la cosa quedó en la estrecha senda que hoy en día podemos seguir disfrutando los senderistas. Algunos tramos del camino están excavados en la roca caliza.






Durante el trayecto es posible ver diferentes tipos de aves de ribera y rapaces diurnas. Lo que sí veremos casi con total seguridad son las cabras domésticas moviéndose por lugares inverosímiles.



Casi sin darnos cuenta, el desfiladero da lugar a un frondoso bosque mixto, ya a la misma altura que el arroyo, con gran variedad de árboles: avellanos, fresnos, tilos, arces... y al final, como siempre, las hayas.



El último tramo, de pendiente más fuerte, nos conduce hacia el pueblo de Pedroveya, lugar muy recomendable para tomarse un descanso y reponer fuerzas antes de emprender el camino de vuelta, aunque también es posible continuar por otros itinerarios interesantes, como puede ser la ascensión a La Mostayal.




martes, 14 de agosto de 2012

Desembocadura del río Xallas

Se trata de un enclave único por estos lares. De hecho, se suele decir que es el único río de Europa cuya desembocadura en el mar se produce en forma de cascada, afirmación que creo que no es del todo cierta, pues he sabido de casos similares en los fiordos noruegos o en Gran Bretaña. Ni eso, ni el hecho de que lo hayan estropeado en parte a base de interponer centrales hidroeléctricas, le roba el encanto a este lugar.


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Los 65 kilómetros de longitud de este pequeño río concluyen súbitamente cuando llega a la ría de Ézaro y se precipita hacia el océano Atlántico desde más de 100 metros de altura. Un acceso peatonal de madera nos permite disfrutar del espectáculo desde bastante cerca.





lunes, 6 de agosto de 2012

Ranas y lagartos del monte de San Pedro

De nuevo en el monte de San Pedro, que da mucho de sí para ser una extensión tan pequeña, no resulta difícil ver a las ranas y lagartos que habitan en la zona. O, para ser sincero, las ranas son mucho más fáciles de escuchar que de ver. Se trata de la rana común (Pelophylax perezi), que habita en la charca del parque, y su canto a veces alcanza un volumen que se puede escuchar a muchos metros de distancia. Este video puede ser una buena muestra de ello.


Si hay gente alrededor, se suelen ocultar entre las piedras o en el mismo fondo de la charca, donde se mimetizan a la perfección gracias a su coloración verde y marrón, con manchas oscuras.




Este tipo de rana abunda en toda la Península Ibérica y el Sur de Francia, territorio del que es una especie endémica. Es de un tamaño mediano a grande, rondando los 8 centímetros. Los machos tienen sacos vocales en las comisuras de la boca con los que emiten esos característicos sonidos. Se alimentan sobre todo de insectos y, en ocasiones, de pequeños peces o anfibios que pueden ser sus propios renacuajos.

En otras zonas del parque, entre las rocas, suele vivir el lagarto ocelado (Timon lepidus), al que podremos ver tomando el sol cuando hace buen tiempo.

La combinación de refugios con espacios abiertos es lo que más le gusta a este reptil característico de la Penísula Ibérica, sur de Francia, noroeste de Italia y noroeste de África. Suele medir entre 15 y 20 cm de longitud, aunque puede alcanzar los 70 cm, y es de color principalmente verde, con franjas de ocelos en el dorso. Su alimentación es específicamente insectívora.



jueves, 2 de agosto de 2012

Cascadas de Oneta

Oneta, en el poco conocido concejo de Villayón, es una modesta parroquia que esconde un tesoro declarado monumento natural: las cascadas de Oneta.


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Una vez en el pueblo, el acceso a las mismas no tiene pérdida, pues se encuentra perfectamente señalizado. Hay que caminar unos 15 minutos por una pista que transcurre entre tierras de cultivo. El trayecto no es una maravilla, pero merece la pena, pues al acercarse al arroyo de Segredal el paisaje se transforma y enseguida nos encontramos con la primera de las cascadas, y seguramente la más bonita, denominada "La Firbia". Según se indica en un cartel, "tiene una caída de agua de más de 20 metros de altura originada por la erosión del agua sobre las bandas alternantes de rocas de diferente grado de resistencia (cuarcitas muy duras y resistentes frente a pizarras blandas y deleznables) [...] El musgo sobre las rocas, la luz filtrada entre los alisos, los sauces, los fresnos... y la propia agua (sus vapores y el ruido que produce), confieren un halo mágico a este rincón escondido entre las montañas de Villayón".




Siguiendo el curso del río, un pequeño sendero nos conduce a la segunda cascada: la "Firbia de abajo" o "La Ulloa", que es algo más pequeña y no tan vertical como la primera. El acceso a ésta, aunque asumible para casi cualquier persona, es algo más complicado debido a la pendiente del terreno.


Existe una tercera cascada, la más pequeña, a la que se puede llegar siguiendo por el sendero río abajo. Es un bonito paseo, pero la senda ya resulta algo más incómoda por momentos, la cascada está bastante más alejada de las dos primeras y es bastante inaccesible, por lo que casi nadie llega hasta ella, yo incluido :).