lunes, 18 de junio de 2012

PR-G 35: El río de los dos nombres

La ruta transcurre por el municipio de Coirós, partiendo desde la población de Xora, siguiendo en todo momento el curso del Río Fervenzas o Vexo. En el punto de partida hay unas cuantas mesas en las que se pueden reponer fuerzas cómodamente antes o después de la caminata.


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Se trata de una ruta muy corta, bien señalizada y con senderos en buenas condiciones, salvo alguna roca o árbol caído que nos podemos encontrar en mitad del camino. Durante toda la ruta encontraremos numerosos molinos, o lo que queda de ellos, ya que se encuentran en un estado bastante lamentable.


La primera parte de la ruta es, a mi entender, la más bonita. Sin separarse del río ni cruzar a la otra orilla, se atraviesa un bosque bastante frondoso formado principalmente por alisos, robles y castaños. Al poco tiempo de empezar, el sendero pasa por debajo de la autovía A-6, lo que le resta algo de encanto, y poco a poco los eucaliptos van ganando terreno hasta que lo invaden todo.


Al llegar a una central eléctrica, se cruza el río y el camino de vuelta transcurre por el margen opuesto, aunque en esta ocasión se separa de vez en cuando de la orilla.


La ruta completa se puede hacer en una hora, aunque lo recomendable es hacerla con calma para disfrutar del privilegiado entorno que encontramos sobre todo en los primeros metros.


lunes, 11 de junio de 2012

Una hora en el monte de San Pedro

Tarde de viernes a última hora y con tiempo cambiante: el momento ideal para disfrutar de un paseo por el monte de San Pedro e intentar ver algunos de los animales que hacen de este parque su hogar. En esta ocasión el paseo, de apenas una hora, dio mucho de sí.


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El mamífero más fácil de ver en el monte de San Pedro es, sin duda, el conejo (Oryctolagus Cuniculus). Eso sí, hay que ir un día que haya poca gente y preferentemente al atardecer, justo antes de que cierre el parque, pues los conejos son de hábitos principalmente nocturnos. Durante el día permanecen en sus madrigueras, que construyen en las zonas de tojos y demás zonas recubiertas de maleza, pudiendo estar formadas por una compleja red de galerías subterráneas que se entrecruzan. Por tanto, es fácil verlos cerca de la zona de matorrales, de la que no se suelen alejar muchos metros.


Este otro no me dejó acercarme más y enseguida se refugió entre los arbustos:


Tienen un color gris pardo, con el vientre blanco sucio y la cola gris por arriba y blanca por abajo. Suelen pesar entre 900 y 1500 gramos. El de la siguiente foto era bastante pequeño:


Ya con mucha menos luz, el siguiente que me encontré me acompañó caminando durante unos cuantos metros, pero siempre manteniéndome a distancia:


Aunque más adelante lo sorprendí y le pude sacar otra foto desde más cerca:


Los conejos viven en colonias formadas por varias familias, cada una de las cuales ocupa un territorio determinado. Estas sociedades, muy jerarquizadas, están dominadas por machos polígamos. Las hembras son muy prolíficas y pueden dar a luz cuatro o cinco veces al año un número de tres a doce gazapos. Esto explica que sea una especie tan abundante en Coruña y alrededores.

Y aunque normalmente no se dejen ver de día, es fácil detectar su presencia y hacerse una idea de lo abundantes que son, pues con fijarse un poco, es fácil encontrarse con sus cagarrutas en el césped:

 
Y para terminar el día, nada mejor que una escena como esta: